La revolución tecnológica que estamos viviendo trae nuevos desafíos para las empresas, pero también para los medianos y pequeños negocios, emprendedores y la ciudadanía.
Este nuevo contexto de cambio tecnológico permanente que vivimos hoy con la llegada masiva de internet, las redes sociales, los buscadores, los sitios webs, configuran nuevos desafíos. Y este cambio inevitable viene a romper modelos, a ver los negocios y la comunicación desde puntos de vista a los que no estábamos acostumbrados, que podemos enmarcar dentro de la llamada Disrupción Digital.
Según la Oxford College of Marketing: “la disrupción digital es una transformación que es causada por las tecnologías digitales emergentes y modelos de negocio“.
“Estas nuevas tecnologías innovadoras y modelos pueden afectar el valor de los productos existentes y servicios ofrecidos en la industria“, sostienen.
Y justamente, las nuevas empresas, llamadas startups son las que en general se animan a ser disruptivas en el marco digital. Sobran ejemplos de pequeñas empresas que hoy son internacionales: Facebook, Instagram, Airbnb, Google, entre otras.
Y es en este contexto de disrupción digital donde las empresas deben adaptarse:
- Deben aprender a ser flexibles, a asumir riesgos, a adaptarse a los cambios y aprovechar las oportunidades.
- Las reglas de juego comienzan a cambiar, nuevos competidores, nuevos mercados, nuevas tecnologías.
- Los negocios cada vez son más específicos y para públicos bien delimitados.
- El consumir online ahora es un protagonista que chequea, consulta, ve a la competencia. Esta es una nueva relación entre las empresas y sus clientes.
- El verdadero cambio será aprender para no quedar en el olvido.
En definitiva, el nuevo desafío no es solo mantener lo que ya tenemos, sino que hay que innovar, innovar y volver a innovar. Bienvenidos a la disrupción digital.